
Los Veleros
Nauticat son construidos por el famoso astillero finlandés
SILTALA YACHTS, en Riihikoski, cerca de la ciudad de Turku.
Todos estos yates tienen en común una elaboración artesanal
realizada por personal muy cualificado y con muchos años de
experiencia, que cuidan hasta el último detalle para conseguir
así unas auténticas joyas de la náutica.
Historia.
La historia
comienza a finales de los años 50 cuando crearon los primeros
modelos de fibra de vidrio. En 1966 algunos marineros locales
les pidieron que construyesen un motorsailer cómodo de 10
metros de eslora y pilothouse apropiado. El Nauticat 33 nació
de manos del diseñador finlandés W.Aarnipalo. La forma de
casco general no era nada revolucionaria, se asemejó a los diseños
nórdicos robustos considerados perfectos para luchar a través
de un báltico tempestuoso. Mientras que el Nauticat 33 y la
compañía creció, surgió una natural demanda de modelos de
mayor tamaño. El Nauticat 44 y 36 ambos diseñados por
W.Aarnipalo acompañó más adelante al Nauticat 33. En 1.975
nació el Nauticat 38. Incluso algunas motoras, y un motorsailer
pequeño, el minicat, fueron construidos por el astillero.
Al principio de 1980, nació el Nauticat 52. Era el yate más
grande hasta la fecha construido por el astillero, y los 52
fueron substituidos más adelante por el Nauticat 521 que junto
al 43 y 40, fueron los modelos diseñados por Sparkman &
Stephens. Estos yates eran absolutamente diferentes de los Nauticats
tradicionales en sentido del diseño y de funcionamiento. Estos
yates eran los primeros pasos de progresión en la dirección
del pilothouse que navegaba los yates que debían ser creados más
adelante.
A
finales de 1986 el astillero lanzó un diseño que se convirtió
en un éxito: Nauticat 35. El barco se creó en el comienzo de
una nueva era, pues a partir de esta fecha, todos los modelos
fueron diseñados por Kaj Gustafsson.
Animado por el éxito de los 35 , el astillero y el diseñador
Kaj Gustafsson lanzaron el Nauticat 32 de 1990. Éste era el Nauticat
más pequeño construido siempre con el concepto del pilothouse
y este yate llegó a ser excepcionalmente querido en todo el
mundo.
Durante la recesión en Finlandia en 1993, se presentó el Nauticat
39. Este yate incorporó la nueva filosofía del astillero:
cascos de mejor ejecución y timones y quilla más eficiente,
etc. Este yate se convirtió en un éxito inmediato y ella
estaba en 1995 seguido por el Nauticat 42 que ofrece el mismo
concepto que los 39.
A finales de 1996 el primer Nauticat 515 fue puesto en el agua.
Este excelente yate es una combinación única del
funcionamiento, de la seguridad, de la comodidad, del estilo y
de la potencia.

En 1997 modificaron su primer modelo, el mítico Nauticat 33
"Grand Old Lady",que ha estado en producción durante
30 años, y se han botado más de 1.200 unidades. El barco
consiguió un casco y una cubierta totalmente nuevos y fue
renombrado como Nauticat 331. Este yate se ofrece con dos nuevas
versiones de la quilla bosquejo de 1.48 m o de 1.65 m. Los
331 tiene una reputación legendaria sostenida por una comodidad
superior en cualquier motorsailer.
En
1999 presentan el Nauticat 32, un DS de apenas 10 metros de
eslora de alta capacidad interior, seguridad y calidad
constructiva inigualable.
Calidad
Insuperable. Barcos Personalizados al Máximo
Estos yates se
realizan por encargo, para evitar así una construcción en
serie que daría lugar a una pérdida de contacto con el
cliente. De esta forma, el contacto con el futuro propietario es
continuado durante el proceso de construcción, para que éste
pueda incorporar aquellos elementos que desee y que mejor se
adapten al uso que quiera dar a su yate.
El
astillero SILTALA YACHTS está exclusivamente especializado en
la construcción de veleros, labor que realiza desde hace más
de 30 años, lo que los sitúa como uno de los más
experimentados del mundo en la construcción de veleros. Sin
embargo, su objetivo nunca ha sido la producción masiva en
serie, sino la construcción de un yate de muy alta calidad,
adaptado a los intereses del futuro propietario. Se trata, por
lo tanto, de un yate muy exclusivo, capaz de superar difíciles
pruebas en las que otros quedarían eliminados.
En primer
lugar, hay que destacar su diseño, muy marinero, y realizado
por uno de los mejores equipos de arquitectura naval del mundo.
Ello permite asegurar que hay pocos veleros tan estables como
los Nauticats, que son capaces de recuperar su posición de
equilibrio estable aún en situaciones de gran peligrosidad en
la mar, en las que otros veleros tendrían muchas posibilidades
de ser tumbados e incluso hundirse.
Otra
característica muy importante a destacar, es la construcción
de su casco, realizada manualmente usando GRP. El astillero, no
escatima en la utilización de numerosas capas, y al realizarlo
manualmente, se percata con gran detalle, de la inexistencia de
burbujas, lo que trae consigo que, a pesar de muchos años de
uso, sea extremadamente raro ver un yate Nauticat afectado por
la ósmosis, fenómeno destructivo que afecta enormemente a la
gran mayoría de otras marcas del mercado náutico, y más
especialmente, cuando son construidas en serie, donde es
imposible vigilar con detalle la formación de burbujas en la
resina. Por otro lado, el secado se realiza sin utilizar métodos
acelerativos, lo que permite un secado más natural y tomándose
el tiempo que necesite. Por este motivo, en la construcción de
estos veleros, es prioritario que el yate esté construido en
perfectas condiciones, más que en construir embarcaciones rápidamente,
con sacrificio de la calidad.

Por otro lado, el
astillero refuerza especialmente, aquellas zonas del caso que
puedan estar sometidas a condiciones más duras o bien pudieran
ser afectadas por un impacto en la mar. En este sentido, existen
experiencias de clientes que han colisionado con pequeños
arrecifes, y éstos han sido destruidos sin que el casco sufra
daños estructurales que pongan en peligro su estanqueidad.
Otros yates construidos ahorrando en el grosor del casco, se
hubieran hundido irremediablemente en circunstancias
parecidas.
Una prueba
importante de la robustez del casco, se realizó recientemente
en las aguas congeladas de Finlandia, y se comprobó que un
Nauticat era capaz de romper una capa de hielo durante su
avance, abriéndose así camino por el mar helado, sin que ello
afectara a su estructura ni a su seguridad. Todas estas hazañas
de los Nauticats se deben, fundamentalmente, a una construcción
muy esmerada, que cuida el detalle, y que no escatima en medios
ni en materiales para dar lugar al yate de mayor calidad y
reconocimiento del mundo.
Sin duda, sus
propietarios lo saben, y por ello no es fácil encontrar estos
yates en el mercado de segunda mano, ya que quien lo posee, no
quiere desprenderse de él, a no ser que quiera comprarse un
modelo de mayor tamaño. Y en este caso, su tiempo de venta es
inmediato. Por ello, los veleros Nauticat apenas se deprecian en
el mercado de segunda mano, con lo que quien lo vende, no sólo
lo hace en muy poco tiempo, sino que prácticamente recupera la
inversión que realizó al comprarlo.
El
motor usado en estos veleros, es de la marca YANMAR, que
actualmente está considerada como una de las de mejor
rendimiento en el entorno náutico. No se trata de un motor
terrestre adaptado a la náutica, como es el caso de gran parte
de las otras marcas, sino de un motor diseñado exclusivamente
para la náutica y para trabajar en las duras condiciones
marinas. Los mástiles son fabricados por la prestigiosa marca
sueca Seldén Mast. Los veleros Nauticats utilizan mástiles
bien dimensionados para sus yates, de forma que hasta la fecha,
nunca hemos tenido noticia de que se haya dado un solo caso en
los Nauticats en que un mástil se rompiera. Las velas son construidas
por la famosa marca North Sails, por lo que tienen una calidad
insuperable.
El salón está
rodeado de ventanas que le permiten una visión perfecta del
exterior, a diferencia de muchas otras marcas en las que la visión
y la luminosidad natural interior del yate es muy reducida o
incluso no existe.
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