Sanlorenzo 70; el valor de lo clásico

Un estilo propio y elegante que ciertamente no resulta tan ultramoderno como el de los últimos yates del mercado, pero que goza del irresistible encanto de las líneas clásicas de los grandes astilleros italianos de la última década. Déjese seducir por el valor de lo clásico.

El San Lorenzo 70 no pasa de moda. Su potente y majestuosa carena está construida con la calidad de los barcos de hace algunos años, con un laminado esmerado y contundente que ofrece una rigidez estructural al casco difícil de encontrar en el mercado. El resultado es un yate de más de 50 toneladas de desplazamiento, sólido como una roca y capaz de navegar y afrontar con comodidad y seguridad incluso los peores estados de la mar.

San Lorenzo70: Calidad y armonía

La cubierta tradicional inspira gran armonía. Es cierto que no goza de los grandes acristalamientos en camarotes desbordantes de  luminosidad y propios de la más rabiosa actualidad, pero a cambio disfrutaremos de un diseño más intimo en el que destaca la cuidadosa ebanistería construida en maderas macizas y nobles.

Su proa es muy afilada con amplio espacio para las maniobras al lado del siempre atractivo solárium. Las amuras avanzan sin interrupción desde el discreto faldón de popa, con acceso central rematado por la escalerilla hidráulica escamoteable bajo el suelo de la bañera. La figura trasera del barco es también clásica y acogedora con todas sus superficies cubiertas de teka.

El San Lorenzo 70 no ofrece excentricidades y a pesar de su importante eslora no busca el asombro. Por ello su fly pasa casi desapercibido entre la silueta y las líneas de cubierta. A pesar de cubrir más de la mitad de la eslora del yate, su estructura casi pasa desapercibida. La terraza es amplia y cómoda con suelo también en teka y una visión espectacular sobre todo el horizonte. En su parte más retrasada está dispuesto un amplio sofá en “U” en el que poder hacer la vida al aire libre en verano. El arco del radar aloja todas las antenas del barco y detrás de él se encuentra la grúa y el espacio dedicado a estibar la embarcación auxiliar. De esta manera la auxiliar pasa casi desapercibida evitando los siempre feos pescantes de popa y sin ocupar espacio en el interior del yate como sucede en los barcos con garaje en el faldón de popa.

Los interiores del San Lorenzo 70

La entrada al salón está protegida por dos grandes puestas acristaladas con marcos en inox justo frente a la inmensa mesa de bañera que puede desplegar dos amplias alas hasta doblar su tamaño. Nada más entrar y a estribor encontramos una primera escalera que desciende al camarote de invitados con 2 camas y baño independiente. Frente a la entrada de este camarote se encuentra la puerta de entrada a la sala de motores en la que encontraremos los dos MAN de 1.100 cv y todos los equipos auxiliares y bombas de funcionamiento. Cabe destacar la doble instalación de dos generadores de 15. Kw lo cual permite operar el barco con uno de reserva, pues todos los servicios del barco pueden funcionar con solo uno de ellos.

El salón es perfecto, con una decoración clásica que ofrece todas las comodidades que pudiéramos desear. En la zona de estribor se encuentra una amplio sofá tapizado en tonos claros frente al mueble mar y armarios en donde se encuentran estibados vajillas y cuberterías. Un poco más adelante encontraremos la puerta que da acceso a la cocina y al puente de mandos con amplio asiento de pilotaje y un pequeño sofá en el que pueden descansar los acompañantes del capitán.

Entre ambos espacios se encuentra la segunda escalera que desciende al camarote VIP equipado con su baño independiente y la suite del armador muy elegante y cómodo con un amplio cuarto de baño al que se puede acceder por dos puertas a ambos lados de la cama. En medio del cuarto de baño se encuentra una amplia bañera que comunica las dos zonas del baño. A estribor de esta suite se encuentra un vestidor con numerosos cajones y armarios y justo frente a la cama la televisión y vídeo que pide a gritos ser sustituida por una moderna pantalla plana. Debajo se encuentra una pequeña puerta que esconde la caja fuerte y otras protegidas zonas de estiba.

San Lorenzo 70: Su construcción

Se trata de un yate de desplazamiento puro, por lo que su velocidad de crucero es tranquila, en torno a los 10 ó 15 nudos, aunque puede alcanzar del orden de 24 nudos como velocidad máxima. Pero es a 12-14 nudos donde el San Lorenzo 70 navega feliz.

Su casco con una marcada “V” bien profunda, está construido en fibra de vidrio con un espesor notable, lo que ofrece una gran rigidez a su carena. Es por esto y por su desplazamiento de algo más de 50 toneladas que el San Lorenzo 70 puede afrontar con seguridad los estados de la mar más comprometidos.

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