ANDREYALE

A primera vista, esta embarcación no desentonaría en cualquier canal de Francia o Gran Bretaña a finales de los años 40. Es totalmente de corte clásico, pero construida con las técnicas actuales. Tanto sus líneas como los antiguos complementos de su cubierta (cajas doradas, bitas metálicas, escotillas), parecen haber sido dibujadas hace 50 años, pero hay que reconocer que esta curiosa embarcación tiene atractivo (pasa algo parecido con las pequeñas lanchas Riva típicas de Mónaco, o más cerca de nosotros, con las cabinadas de Astilleros Mediterráneo de Málaga).

Su casco es de V profunda en proa y plano en popa. Construido con fibra y teca, su color azul en la obra muerta le da un toque de distinción. La bañera de popa es larga pero estrecha (la manga máxima es de solo 2.5 metros), y tiene un banco corrido en popa, y puesto de gobierno adosado a la alta cabina.

Delante de la cabina encontramos otra bañera con asiento en U, y más hacia proa, una escotilla permite el acceso a la cabina de proa, independiente de la cabina principal, y que esconde un wc marino bajo la litera doble. 

La cabina principal es exquisita, toda ella de madera, y con un gusto muy bueno en la decoración y combinación de maderas y tejidos. Hay un mueble de cocina junto a la entrada, y un sofá en L con mesa abatible para crear una segunda cama doble. En el interior, la visibilidad es perfecta gracias a 13 ventanales de buen tamaño.

Una curiosa embarcación, que provocará comentarios, buenos o malos, de todos los aficionados que la vean navegando.

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