e-Magazine       Home         

Art. Barcos

Catálogo Boats

Ocasión

Financiación

Seguros

Megayates

InfoNáutic

Charter

Empresas

Motos Agua

Tienda

Eco-Náutica

Noticias

Regatas

Tablón

Foro

 
 
 

     
 

Vida a bordo en Madeira

El pasado mes de agosto (15-24 de agosto) tuve la oportunidad de vivir una experiencia única a bordo del M/Y Moondiver en Madeira, un crucero de buceo que ofrece viajes en las islas de Madeira (Desertas, Porto Santo y Salvajes).

Sin embarcarme con el objetivo de bucear, pude compartir con los pasajeros que estuvieron a bordo las sensaciones que producían las distintas inmersiones, donde el avistamiento de meros de grandes proporciones, peces ballestas, peces trompeta, barracudas, medregales, mantas, morenas, etc., y vida macro, así como la visita a los pecios “Madeirense” y “Bom Rei”, hizo las delicias de los más exigentes.

El viaje comenzó en el puerto de Cañizal donde partimos hacia las Islas Desertas situadas a 25 km del sudeste de Madeira y que constituyen una formación rocosa de origen volcánico y gran interés desde el punto de vista faunístico y geológico. Estas islas deshabitadas constituyen el último refugio en el Atlántico para las focas monjes y están consideradas desde 1992 como una reserva biogenética por el Consejo de Europa, y por tanto sometidas a normativas de protección prohibiendo la pesca submarina en ellas, así como limitando sus visitas que deben estar debidamente autorizadas por los Servicios del Parque Natural de Madeira.

Otra de las islas visitadas fue la de Porto Santo, una isla que abriga una playa de arena dorada de aproximadamente 10 km de extensión y donde reina la tranquilidad. Quedé extasiada con el color y transparencias de sus aguas.

La reserva natural de Garajou fue otra de las paradas obligadas, situada en la costa sur de Madeira, donde una vez más pude comprobar la fama que tiene por albergar aguas de color azul turquesa y claridad extrema que hace que desde la superficie podamos ver su fondo a aproximadamente 20-30 m de profundidad. La fauna que vive en esta reserva, acostumbrada a convivir con el ser humano, muestra un comportamiento curioso y amistoso.

Siguiendo por la costa sur y dirección oeste pasamos por Cabo Girao (acantilado de 560-589 m) y la Faja dos Padres, una franja costera al pie de un acantilado con cultivos de bananas y cuyo acceso se hace restringido por fonicular o mar, ya que por tierra se hace relativamente imposible.

Y por último llegamos al punto más oeste de la isla de Madeira por la costa sur, Punta do Pargo, un sitio que llama la atención por sus altos acantilados y faro estratégicamente situado. Este lugar tiene un gran interés para los buceadores, pues está considerado como lugar de paso para los tiburones martillo.

Mi admiración hacia una tierra que tiene conciencia acerca de la importancia de proteger nuestros mares, una fuente de vida que debe seguir ofreciéndonos su potencial sin menoscabo de agotar sus recursos, y mi agradecimiento hacia la compañía Diving Places, S.L. por el trato recibido y hacer inolvidable mi estancia en el Moondiver.

 

Margarita Hernández Pérez


 

 

 

 


Tel: +34 91-6319190    info@fondear.com 


© Copyright 2009    Fondear, S.L.