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En un rincón de Indonesia

 

 

No se si existe el paraíso, pero esta zona del mundo se le debe parecer mucho. En este viaje de aventura queríamos bucear en una de las reservas marinas más importantes del mundo; El parque nacional de Bunaken en la isla de Sulawesi en Indonesia. 

El viaje hasta allá es largo y pesado ya que las 20 horas de vuelo no te las quita nadie, y con los cambios de aviones y traslados te pasas un día y medio viajando casi sin descanso,... pero merece la pena. Lo normal es hacer noche en Kuala Lumpur en Malasia y de paso conocer las famosas torres Petronas (las de la película La Trampa con Catherine Z-Jones y Sean Connery) , aunque tampoco es mal camino hacer descanso en Singapur.

 

Kuala Lumpur es una ciudad ultramoderna en donde reina un gran civismo.

Sea como fuere, desde allí sólo falta coger un vuelo de pocas horas hasta Manado en la isla de Sulawesi, y luego un traslado local a un pantalán en donde embarcar para Siladen, una de las islas que forman parte de la reserva integral marina de Bunaken. En Indonesia existen 18.500 islas; Esta es la historia de una experiencia vivida en sólo una de ellas.

Pantalán para embarcase en la costa de Sulawesi, a unos 30 kilómetros de Manado.

He buceado en muchos lugares del mundo, y la verdad es que las islas de Bunaken me sorprendieron en muchos aspectos: Aguas cristalinas, vida desbordante, especies únicas, agua a 28º centígrados buceando con una simple lycra, entorno marino muy preservado, acantilados submarinos de vértigo, paredes submarinas desbordantes de vida, y un paisaje de ensueño.

Las aguas de Bunaken, en plena reserva marina.

Existen distintos lugares en los que hospedarse, y por pura casualidad fuimos a parar al Siladen Spa. ¡Menuda pasada! Te sientes verdaderamente en la gloria.

La piscina de agua salada tiene una isla bar en la que permanecera  'remojo'

con una cerveza tras el buceo.

La piscina de agua salada a solo unos metros de la playa rodea el comedor al aire libre, en donde en régimen de pensión completa, te sorprenderán con un buen menú y una cocina estupenda variada y distinta. Las cenas se convierten en un placer más del lugar.

Las cabañas son comodísimas. Una habitación con baño de más de 30 metros cuadrados totalmente construidas con maderas tropicales, y algunas de ellas con vistas justo encima de la playa, en la que encuentras tus hamacas y sombrilla. El porche tiene otra zona en la que tumbarte a leer y un rinconcito con una mesita y butacas de mimbre. Eso sí, no te olvides la loción antimosquitos, especialmente por la tarde noche. Estos sitios... es lo que tiene.

La salida del bungalow invita al baño en la playa, pero como te pasas el día a remojo con el buceo, al final lo que único que haces es tumbarte a descansar.

La cama tiene una enorme mosquitera y mientras te vas a cenar la cierran, el servicio de habitaciones te vuelve a hacer la habitación, preparando el dormitorio para la noche y cambiando las luces por focos difusos.

El dormitorio es simplemente... ¡relajante!

Justo en el sitio en el que nos encontramos de esta playa y exactamente delante de los Bungalows es donde todos los años las tortugas marinas vienen a desovar. Por esta razón durante una semana no dejan pisar la zona de la playa, aunque te hospedes, pues es fundamental dar prioridad al nacimiento de las nuevas tortuguitas.

La playa de las tortuguitas. La playa se pone a reventar de tortugas y desoves, durante la semana que toca.

La isla de Siladen es pequeña y no tardas más de 40 minutos en darla la vuelta caminando. Se encuentra a unas 5 millas frente a la isla de Bunaken la isla más importante de la reserva natural y a la que navegábamos todos los días para realizar las inmersiones. La travesía es de apenas un cuarto de hora o algo más si el punto de inmersión se encuentra al otro lado de Bunaken. En Siladen hay un par de poblados con pescadores locales. A la vuelta de la excursión, si quieres también te pueden servir la cena en una mesa en la playa, a escasos metros del bar, frente a la vista del volcán Manado Tua en la isla de mismo nombre y situada a unas 10 millas de distancia.

Alguna vez de cuando en cuando no hace daño, ¿no?

 

El SPA ofrece toda una colección de masajes con terapias variadas.

El cuarto de baño del Bungalow es art-deco,... y al aire libre!

 

Pero volvamos al buceo que era el objetivo principal del viaje. Como en los demás hoteles de la zona, el complejo ofrece varias embarcaciones dedicadas a esta actividad y equipadas con varios motores fuera-borda de 40 Cv, que va arrancando el skipper uno por uno mientras notas como el barco va ganando velocidad camino al punto de inmersión. Hacíamos 3 diarias, aunque el que quiera otra nocturna o varias más desde la playa... Nosotros la verdad, es que ya nos quedábamos bien con la tercera después de comer. En casi todas las inmersiones encuentras fuertes 'drop-offs' en los que literalmente pierdes la pared hacia abajo. Son salvajes de más de 300 metros, y según me han dicho luego hacen una pequeña meseta para volver a picar en profundidad hasta varios miles de metros de profundidad. ¡Aunque la visibilidad es muy alta, esto no lo ves!

 

Dependiendo de la marea el barco de muy poco calado sale directamente de la playa

o del muelle situado a 100 metros de distancia.

 

Ocasionalmente termoclinas sin importancia pero en algunas inmersiones fuertes corrientes. Pero que muy muy fuertes. Los monitores locales se las conocen a ojos cerrados y te fías de ellos, de modo que al agua sin problemas. Obviamente se trata de inmersiones de deriva. Faltaría más cuando en algunas como por ejemplo en 'mandoline point' volábamos a 15 metros de profundidad haciendo unos 5 nudos bajo el agua, y sin pestañear! No muy recomendable para un 'open water'. Divertido a rabiar. Lo malo es que cada pareja emerge después de 60 minutos de inmersión en sitios dispares y bien separados, de modo que te toca inflar una boya de localización y quitarte una aleta para empezar a moverla hasta que te localicen desde el barco.

 

La vida pequeña es excepcional y única de la zona. Algunas especies son distintas y únicas, como el pequeño caballito de mar de la foto superior izquierda o el colorido nudibranquio de la derecha. Se encuentran verdaderos reyes del mimetismo como el pez escorpión, otros simplemente fantásticos como esta especie de pez león.

 

Pero no quiero dejar de contar una inmersión muy especial, en Sashiko Point. Se trata de una suave pared descendente con unos 30 ó 40º de inclinación y que se pierde poco a poco en las profundidades ilimitadas. He de reconocer que uno de mis peces favoritos es el Ballesta azul. Sus colores en las fotos jamás harán honor a las tonalidades aterciopeladas y brillos de intensa pigmentación cian, con que obsequian a quienes lo admiramos. Sinceramente, jamás he visto una sola fotografía del Blue Trigger Fish que logre mostrar en todo su esplendor la intensidad de su belleza. Hay que verlo y de cerca. En caso contrario te pierdes sus graciosos movimientos sus diversos matices que a veces se conjugan con los verdes en un color indescriptible.

 

 

En esta inmersión dimos con el mayor banco de trigger jamás visto. Estaban comiendo, rascando y mordisqueando el fondo inclinado. Todo el fondo a izquierdas y derechas desde donde se perdía la vista en las profundidades, hasta la misma superficie. No tardé en echar números. Unos 5 ó 10 ejemplares por metros cuadrado, en una longitud de arrecife de 3 ó 4 kilómetros, una banda de no menos de 100 metros de anchura, en el azul también había densos grupos de ellos. Probablemente más de 10 millones de ejemplares rodeándonos por todas partes...    Uauuu, chillaba extasiado a través del regulador. Eran de tamaño medio y muchos de ellos alevines de no más de 10 centímetros que se escondían entre los huecos del coral. Cuanta belleza.

 

 

En otras inmersiones muchísimas grandes tortugas. En otras encontramos algún tiburón punta blanca, y varios enormes de Napoleones como los que se veían hace años en Sharm el Sheik en el Mar Rojo.

 

Por la noche se está de cine tomando algún zumito.

 

Un viaje que se debe repetir, y ya que planeas irte tan lejos, no estaría de más intentarlo combinar con una extensión a Bali o quizás más lejos, hasta Papua y Nueva Guinea. He oído que hay sitios increíbles y que (parece mentira), todavía están completamente vírgenes e inexplorados. De hecho en Abril 2006 una expedición científica pudo descubrir un montón de nuevas especies desconocidas, algunas en filipinas (ver noticia),  (o esta otra noticia) otras en Nueva Guinea entre las que incluso se descubrió una nueva especie de canguro.

 

La foto está sacada desde la cumbre de la isla de Bunaken. Al fondo se ve la isla de Manado_Tua con su volcán ahora inactivo, y a la derecha la isla de Siladen.

 

 

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