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Historia del Salón Náutico de Barcelona

 

En Julio de 1.963, un grupo de personalidades vinculadas al deporte y a la industria náutica, con Juan Antonio Samaranch al frente y con el apoyo de Fira de Barcelona, ponen en marcha la primera edición del Salón Náutico de Barcelona. El certamen, que este año celebra su 50 aniversario, ha tenido una larga y exitosa trayectoria, siendo en la actualidad la mayor plataforma comercial del sector en España, su principal punto de encuentro y un referente a nivel internacional.

El Salón Náutico de Barcelona nace en 1963 con el objetivo de potenciar la industria náutica deportiva y de recreo en España y fomentar la afición a los deportes náuticos. En esa época, había pocas empresas especializadas, escasos puertos deportivos y un desconocimiento absoluto entre la población española sobre las posibilidades de navegar. Sin embargo, gracias a la ilusión y el empuje de un grupo de apasionados de la náutica y de los pocos profesionales que existían en aquel momento, el certamen consigue abrir con éxito sus puertas con la participación de unas 150 firmas expositoras en el palacio 1 del recinto de Montjuïc de Fira de Barcelona.

Tras el éxito de esta primera edición, que se desarrolla en el marco de la muy popular Feria de Muestras, se acuerda que el salón se convierta en cita anual monográfica. En 1965, ya con la categoría de internacional, empieza a ejercer su papel como altavoz de las reivindicaciones del sector, una función que ha mantenido hasta la actualidad. Tan sólo dos años más tarde, en 1967, se produce el primer gran despegue de la industria náutica: se inauguran nuevos puertos, se construyen embarcaciones con diseños propios o bajo licencia de astilleros extranjeros, se empiezan a ver barcos en el mar y en los pantanos, la madera va dando paso a la fibra y la oferta se amplía enormemente. Como reflejo de este desarrollo, en 1969 el salón consigue un aumento significativo de empresas expositoras y su comité organizador fija una hoja de ruta en la que se prioriza el crecimiento de la afición por el mar entre los más jóvenes - siendo para ello crucial la aparición del Optimist en el 68 -.

También se plantean acciones para concienciar al gobierno de la importancia de llevar a cabo reformas de los trámites de matriculación y de las cargas impositivas con el objetivo de potenciar una industria y un comercio que se prevé puede alcanzar un importante volumen y aportar riqueza y puestos de trabajo al país. También ese año se promulga la Ley de Puertos Deportivos, una herramienta básica para la expansión de la náutica en España, y que está considerada como una de las aportaciones más importantes del Salón Náutico al sector.

 

La década de los 70

El sector está cada vez más profesionalizado y en la década de los 70 se produce un notable aumento de aficionados, aunque las cifras aún reflejan una gran distancia respecto a la situación de otros países del entorno. Así, por ejemplo, mientras que en España la relación es de un barco por cada 1.500 habitantes, en Italia es de uno por cada 192 y en los países escandinavos de uno por cada 65. De todas maneras, el gobierno da muestras de su interés por el sector y el salón, y en 1973 le concede la placa de oro al mérito turístico, consciente ya de la importancia del turismo náutico en España.

Por otro lado, el salón continúa potenciando su vertiente deportiva como complemento a la oferta comercial. Se organizan las "Regatas Trofeo Salón Náutico" y se premian a los mejores deportistas del año, como el equipo español de Optimist, que logra alzarse con el título de Campeón del Mundo en las regatas celebradas en Suecia.

La ecología también empieza a asomarse con la exhibición de los Dephin, los primeros motores eléctricos. En 1976 el certamen pasa a denominarse "Salón Náutico Internacional y del Deporte" y se abre también al sector del camping y caravaning. Samaranch, que ha presidido el salón desde sus inicios tiene que dejar el cargo en 1978, al ser nombrado embajador de España en la Unión Soviética y Mongolia Exterior. Le releva Jacinto Ballesté, también miembro del equipo fundador.

En 1979 se funda la Asociación Española de Puertos Deportivos y Turismo, cuya secretaría se instala en el Salón Náutico, con Jorge Salvat al frente, y que representa un paso más en el desarrollo del sector.

 

La década de los 80

La década de los 80 trae consigo muchos cambios y novedades. Se fijan las bases para una mayor internacionalización del salón, se lleva a cabo su sectorización y se adelantan las fechas de celebración para dar tiempo a los astilleros a programar sus compras y su producción. Estos cambios son positivos para el certamen, que ve crecer el número de expositores y superficie hasta mediados de esta década. También se refleja el despegue de nuevos deportes náuticos, como el windsurf, y se exponen los primeros paneles solares para instalar a bordo. Asimismo, el chárter o alquiler de embarcaciones empieza a tener su lugar el salón, con propuestas para atraer a un público deseoso de navegar pero sin posibilidad de adquirir una embarcación.

También incrementan las novedades presentadas por los expositores. Los equipos electrónicos son cada vez más pequeños y económicos, y se introducen las hélices de proa para embarcaciones de media eslora, que facilitan las maniobras de atraque y desatraque.

Aumentan las actividades para acercar la náutica al gran público, con cursillos de navegación, de conducción con remolque, concursos de fotografía submarina, simuladores de navegación, presentaciones de regatas, etc. Por su parte, asociaciones, federaciones e instituciones celebran cada vez más sus asambleas, juntas o reuniones en el marco del certamen. En definitiva, el salón, que en 1988 recibe la Creu de Sant Jordi de la Generalitat de Catalunya, se confirma como el punto de encuentro del sector.

 

La década de los 90

Los años 90 empiezan con optimismo En 1992 se celebran los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, lo que supone un revulsivo para el turismo, incluido el náutico: se consolidan las empresas de chárter y surgen nuevos puertos deportivos.

En el salón aumenta la oferta de embarcaciones a motor, especialmente las de gran eslora y de las de tipo pesca-paseo, y también incrementan las novedades mostradas por los expositores: se presentan nuevos materiales como el composite, las últimas propuestas en diseño y equipamientos y los últimos avances tecnológicos, sobre todo en el campo de la electrónica. Los conceptos de sostenibilidad y ecología, además, se asientan en el mundo de la náutica, incluso en el segmento de la pesca de recreo.

El certamen, por otro lado, se consolida como punto de encuentro del sector, cada vez más profesionalizado, para hacer llegar sus reivindicaciones a la administración a través de las nuevas asociaciones que continúan surgiendo. También se convierte en escenario de presentación de importantes regatas.

No obstante, durante esta década, la principal novedad del salón es su llegada al mar. Además del recinto de Montjuïc, en 1995 se habilita por primera vez el Port Vell para albergar la exposición flotante con barcos de mayor eslora nacionales e internacionales. También ese año Jordi Montserrat toma el relevo de Miguel Rafart como director del salón. En 1998, por otro lado, el Consejo de Administración de Fira de Barcelona nombra Presidente Emérito del salón a Jorge Salvat, tras 19 ediciones ocupando la presidencia del certamen, y en su lugar toma el cargo el conocido empresario Enrique Puig.

 

Un nuevo siglo

La afición náutica se multiplica y el salón empieza a desarrollarse de forma espectacular. Uno de los aspectos más destacados de esta década se produce en 2002, coincidiendo con la desaparición de la peseta y la entrada del euro: el certamen cambia de ubicación y se traslada al nuevo y moderno recinto de Gran Vía, manteniendo la muestra flotante en el Port Vell. También se modifican las fechas con la voluntad de que tengan continuidad para evitar su coincidencia con otros salones internacionales, tal y como revindica el sector. Pasa a celebrarse la primera semana de noviembre.

Entre los años 2002 y 2007, el Náutico continúa creciendo, potenciando sectores de actividades de ocio y deporte náutico, y siendo escaparate de novedades nacionales y mundiales. También es sede de reuniones de organismos internacionales con la presencia de personalidades relacionadas con la náutica de todo el mundo como la International Sailing Federation (2003). En el marco del salón, además, se crean nuevas entidades como, entre otras, la Asociación Española de Clubes Náuticos y la Asociación Nacional de Empresas Náuticas, ANEN (2006). En 2007, Jordi Freixas fue nombrado nuevo director del salón en sustitución de Jordi Montserrat.

Tras unos años de optimismo, en 2008 el sector empieza a detectar signos de retroceso, que hace pensar que se avecina una crisis económica a escala mundial. Ese año, además, fallece el presidente del salón, Enrique Puig, sustituido para esa edición por el presidente emérito, Jorge Salvat. En 2009, Luis Conde es nombrado nuevo presidente.

A partir de ese año, los efectos de la crisis se agudizan. Hasta la actualidad, el salón pone en marcha acciones para estar al lado de las empresas, reforzando su papel como la principal plataforma de dinamización comercial y el mayor punto de encuentro del sector para plantear sus necesidades y buscar soluciones para afrontar la difícil situación económica.

Pese a la recesión, las empresas náuticas destacan durante estos años por su gran esfuerzo y apuesta por la innovación tecnológica y el desarrollo de nuevos productos más seguros, sostenibles y respetuosos con el medio ambiente. Al mismo tiempo, los aficionados al mar, que siguen en aumento, buscan nuevas fórmulas para disfrutar del mar: crece el interés por el chárter y la propiedad compartida.

 

 

Salón Náutico Barcelona 2.011

Fechas:  5 al 13 de noviembre de 2011.

Carácter: Profesional y abierto al público.

Horario:  Lunes a jueves: de 10:00 a 19:00 h.

Viernes, sábado y domingo: de 10:00 a 20:00 h.

 

Lugar Pabellones 2 y 3 del recinto Gran Via y Port Vell.

Un servicio de autobuses lanzaderas conectará las dos sedes y el aeropuerto

 

 

Precio de las entradas: Lunes a viernes: 10 euros  Sábado y domingo: 12 euros.

Menores de 12 años, entrada gratuita.

 

 

   

 La gran cita de la náutica cumple 50 años

 


 

 

 

 


Tel: +34 91-6319190        


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